Dr. Jorge Olivares, Presidente de la Sociedad Chilena de Emergencia Pediátrica: “La categorización oportuna exige presencia permanente de enfermera”
Vitacura, jueves 22 de octubre 2015.- Una mirada mucho más aterrizada aportó la exposición del Doctor Jorge Olivares Mardones, Past President SOCCAS, y Presidente de la Sociedad Chilena de Emergencia pediátrica de Chile, al realizar un contacto en directo, vía streaming, con la Unidad de Urgencia Pediátrica del Hospital San Borja Arriarán, para demostrar el sistema y su calidad en la selección de demanda en los servicios de urgencia.
Justamente, con el equipo de salud de este hospital se creó hace poco la Sociedad Chilena de Emergencia Pediátrica, para seguir trabajando el tema.
“Sentimos que hay una mirada muy fuerte a las urgencias de adultos que no funcionan igual que las urgencias de niños”, dijo el especialista quien presentó su charla “Triage, la Dimensión de Oportunidad como un factor clave para la Seguridad”.
El profesional se sorprendió respecto a las preguntas realizadas por la audiencia, en especial, por la consulta del Intendente de Prestadores de Salud, Enrique Ayarza, que dejó en evidencia que el Ministerio de Salud suspendió la posibilidad de asignar a una enfermera en forma permanente para mantener la exigencia en el proceso.
-¿Ese sistema exigía que hubiera una enfermera en forma permanente?
-Exactamente, lo que permitía un diagnóstico más exhaustivo, para evitar que los pacientes se quedaran en la sala de espera, y pudieran pasar a atención, lo que constituye el mayor problema en la actualidad, algo que se repite a nivel nacional e internacional, como por ejemplo lo que sucedió en Buin, cuando dos pacientes fallecieron en sala de espera, porque se produce un error del sistema, al no haber podido detectarlos a tiempo, para pasar a atención médica. También fue lo que ocurrió con el hijo del gato Alquinta, Eloy, que falleció en una sala de espera. Porque nadie se dio cuenta que venía con una condición de urgente.
-¿Qué hace este sistema para solucionar esa situación?
-Es un sistema muy acotado, muy específico que lo único que intenta hacer es que se detecte el nivel de gravedad del paciente, y pase inmediatamente a una atención médica, para no llegar a los niveles de espera que están ocurriendo en todo tipo de atención. Los pacientes de la clínica Dávila y Santa maría tienen en promedio 6 horas de espera, lo que pasa es que ellos tienen un sistema en que eso no se nota, porque, el paciente llega, se inscribe, va a tomar desayuno, almorzar y después vuelve.
-¿O sea, no sólo en el sector público se da ese nivel de espera?
-Por lo que la espera no sólo se da en el sector público, incluso el sector público tiene niveles de espera de atención promedio, mientras que en el sector privado, por ejemplo las clínicas Alemana y Las Condes diseñaron un sistema diferente, ellos sacaron a los C-4 y C-5 y los atienden en otra parte, porque su cliente es el paciente que no va tan urgente pero que quiere que lo atiendan, y le ofrecen un cafecito, y lo ponen a ver televisión y lo ven en unas dos horas. Pero un paciente urgente no puede esperar, ni cuatro ni cinco horas.
-¿Usted tiene esperanzas que el Ministerio de Salud pueda aplicar el sistema más estricto?
- Lo que pasa es que es más caro porque obliga a dotar a las urgencias de cargos que no existen, ojalá lo hagan porque se requiere mejorar el trabajo, ser más eficientes. Y porque necesitamos atender primero al que viene más urgente.
-¿Hay problemas en la categorización?
-Existen problemas, y de repente nos equivocamos en la categorización para más, la enfermera le pone una evaluación más alta para que pase primero, y eso también atocha a las urgencias. El sistema está hecho para eso, para elegir a los más graves, que los menos graves esperen porque los van a ver igual, pero en más tiempo.